5 de febrero de 2013

Exposición 1+1. Moli Nou de Quartell. Febrero de 2013

En esta exposición comparto espacio e ilusión con un buen amigo y mejor artista, Toni Cotillas, autor de las esculturas que podéis admirar en el siguiente reportaje.

En esta ocasión hemos contado con la inestimable colaboración, en los textos para el catálogo, de Romà de la Calle (Presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia) y de Rafael Prats Rivelles (Periodista, escritor y crítico de arte)


DIÁLOGOS DE DOS MIRADAS: 1 + 1 
  Qui quaerit, invenit.

Es sabido que las disciplinas --como las personas-- necesitan caminar juntas, contraponerse, retarse, colaborar y admirarse. Tal sucede, en esta ocasión, con los trabajos artísticos de dos amigos y compañeros de viaje, Amparo Pínter (Agullent, 1965) y Toni Cotillas (Alboraia, 1965), mostrados conjuntamente en el Molí Nou de Quartell. Un oportuno reto de colaboración, planteado --mano a mano-- entre dos sensibilidades, por dos profesiones, a través de dos miradas, con las que han querido interpretar comprometidamente el mundo circundante. 

Por una parte, se rastrea particularmente el mundo femenino, mediante puntuales abordajes históricos, enmarcando --en sus obras-- los perfiles del siempre sugerente rostro de la mujer y la experiencia vital en ellos directamente inscrita. Amparo Pínter siempre se ha movido a sus anchas y con destacada rotundidad y soltura, en estos ámbitos estéticos de la expresividad pictórica, comedida y bien controlada, analíticamente ensayada y resuelta con total dominio. Una capacidad de representación plástica que ella potencia a la perfección con su saber hacer, fortalecida en prolongadas experiencias, calculada y sobria en su disciplina habitual, como puede constatarse en estas obras expuestas, tanto en el ejercicio de su interna y secreta geometría y composición, como en sus pautados cromatismos y ropajes. 

Por su lado, Toni Cotillas siempre ha desarrollado sus inquietudes artísticas desde el nivel revulsivo que supone el esforzado y directo dominio manual del comportamiento de los materiales utilizados. Su ámbito prioritario de dedicación es el del hierro, pero también el de la cerámica, aunque en esta ocasión sólo sea el primero el aquí representado. Trabajando el metal a mano, con obstinada dedicación personal, en la intimidad del taller, calculando intensamente sus resistencias y entregas, logra que sus filiformes y expresionistas figuras –simplificadas al máximo en su resolutiva fuerza comunicativa-- profundamente humanas en su deformación reductiva, nos hablen de sugerentes personajes y de sus historias, a través de parcas anatomías fragmentadas. Un mundo de esfuerzos, luchas y resistencias humanas nos observa y hasta nos arenga en sus denuncias rasgadas. 

Dos mundos –decíamos--, dos maneras de abordarlo, mediante formas y estrategias contrapuestas y distantes, gracias a la pintura y a la escultura, como disciplinas que viajan en paralelo por la vida, observándose mutuamente desde sus respectivos parámetros y procedimientos diferenciados, aunque unidos por la base enigmática del dibujo. Y quizás, precisamente por ello, respirando, al unísono, como sus propios autores, de idénticas inquietudes, aspiraciones y deseos de un mejor futuro compartido, en un contexto de difícil resolución. 

Una magnífica oportunidad, pues, para viajar conjuntamente –gracias a esta exposición-- por los secretos oficios respectivos de su quehacer artístico --(1 + 1)--, mostrándonos sus resultados en la plasticidad pictórica de los rostros femeninos y en los convulsos gestos comunicativos de unos personajes nacidos propiamente del enigma del fuego, el yunque y la fragua. Como se ha apuntado --en el motto latino, inicial, del texto-- sólo buscando asiduamente esa capacidad, perfección y entrega, en la investigación del correspondiente quehacer artístico, puede encontrarse, paso a paso, su debida resolución. Diálogos de dos miradas, decíamos… 1 + 1, pero que nunca se resuelven escuetamente en dos… Esa es una de las certeras ventajas de la creatividad. 

  ROMÀ DE LA CALLE 
President de la Reial Acadèmia de Belles Arts de Sant Carles


Vista de la sala. 

“1+1”, es decir, Una más Uno 
 DE INQUIETUDES, SOSIEGOS Y OTROS CANTOS ESTÉTICOS 

Lo suyo es la pintura, qué duda cabe. Después de recrearse en otros géneros -el paisaje especialmente y la figura en general-, Amparo Pinter se instala en el retrato. Pero no en el retrato más o menos fotográfico que apenas procura el parecido con el modelo, sino en una suerte de retrato con el que induce al espectador a encontrar su parecido personal, a entrar un mundo particular, con el fondo de Historia del Arte, alquimias e, incluso, definiciones. En el título de cada cuadro, hay algo de insinuación o, al menos, me lo ha parecido: Ondina, Metáfora, Sybilla, Sirena, Bella, Barroca, Mentirosa, Renaixença, Nostalgia, Record, Silenci, Somnis, Vida, etcétera. Que cada cual lo interprete a su manera, como debe ser. Debo confesar que su mirada de mujer –porque sus plurales miradas de mujeres quedan homologadas en singular- me viene persiguiendo desde hace más de cuatro años, momento en que escuché el canto de las sirenas sin opción a taparme los oídos, sin posibilidad de mirar hacia otro lado. Esa mirada femenina, segura de sí misma, más altiva que generosa, razonablemente humana, necesariamente irónica. Pero que no se me asuste la audiencia, pues lo mismo que se aprecian inquietudes en la contemplación de esta obra, es posible alcanzar un estado de calma, de sosiego –lo sé por propia experiencia-, en una suerte de paradoja en la que la estética se siente gratamente culpable. 

Por otro lado, esta exposición –“1+1” es su título-cuenta con otro protagonista, Toni Cotillas, capaz de aportar determinado complemento de estabilidad en las tensiones plásticas. Y lo consigue desde la tridimensionalidad, con un discurso escultórico contemporáneo que se identifica hábilmente con maestros como Julio González, Pablo Gargallo o José Gozalvo, y no sólo por la coincidencia de materiales –los cuales siempre marcan bastante el camino-, sino también por el concepto formal, que se establece mediante una precisa abstracción, aunque sin perder cierta voluntad representacional. Sus trabajos e investigaciones le han llevado a originales resultados, en los que se contempla la creación de mestizajes materiales que posibilitan diferenciadas sensaciones estéticas. Un cosmos artístico al que he accedido por vez primera, dada la escasa visibilidad con que hasta ahora el autor ha dotado su trabajo, pero que resulta suficiente para comprender que se trata del comienzo de una andadura cuyo proceso evolutivo promete ser halagüeño. 

  RAFAEL PRATS RIVELLES 
L’Eliana, enero de 2013



26 de noviembre de 2012

 Metáfora

Enigma

Ondina

1.      En alguna mitologías ninfa (deidad)
Ninfa: cada una de las fabulosas deidades de las aguas, bosques, etc.
Joven hermosa.

Cortesana


1.      Que se comporta con cortesía.
2.       Mujer de costumbres libres.

Ambrosía



1.      Manjar o alimento de los dioses.
2.       Cosa deleitosa al espíritu.
3.       Vianda, manjar o bebida de gusto suave o delicado.

BELLA



Collages

 BARROCA

 MENTIROSA

 REFLEJO

 SIBYLLA

SIRENA


Vista de la exposición

Exposición "Retrato de Mujer" en el Ilustre Colegio de Abogados de Valencia

5 de julio de 2011

Algunas palabras que han escrito buenos amigos para mis pinturas


YA SE DE DONDE VIENE ESA MIRADA

Levántate. Vuela.

Pasa el bosque de antiguas encinas,

las quebradas, la sierra,

busca el cauce del río girando a tu derecha

y síguelo despacio.

Donde deja, cansado, el limo y se recuesta

entre granos de oro, vete al mar. Entra.

En el fondo, abraza tus rodillas. Espera. Respira con el alma.

Cuando sientas el abrazo del agua

abre los ojos,

encontrarás de frente su mirada.

Román Royo


Nos hablan desde su altura
orladas de cobre y oro
perpetuando un instante
ya muerto en tiempo remoto
que deja flotando al aire
vagos ecos misteriosos.

Nos miran en mudo gesto,
cautivadores y hermosos,
serenos, dulces, oscuros
ojos de mujer, los ojos
que nos hablan de silencios,
de amor y de amores rotos.


Ojos sabios que iluminan
desde la luz de sus rostros
el tiempo que ya no fluye
mientras se muere en nosotros.
Detenidos en un gesto
que es un eterno reposo.

Mil ojos de mujer y es una sola,
sus ansias una sola y olvidada,
son cruces de una sola encrucijada
como las olas son sólo una ola.


Hay un nimbo fugaz, una aureola
que enmarca cada rostro, una llamada
de mujer, que no esconde a la mirada
los pétalos que guardan su corola.


Una sola mirada que suspira
desde un único lienzo sin saber

si el mundo que no ve es una mentira.


Mil rotundas miradas de mujer,
unánimes mirando, a quien las mira,
desde algún ignorado amanecer.


Carlos Beltrán